¿Emigración o reemplazo de población?
- Detalles
- Escrito por Jonathan D'Oleo Puig
Entre mediados del siglo XIX y principios del XX más de 40 millones de personas emigraron desde Europa hacia América y Australia. Por sí solo, Estados Unidos recibió más de un 60% de esa migración cuyo principal motor fue, naturalmente, la mejor condición de vida que prometía el país huésped en relación a la realidad que dejaban atrás las personas que se aventuraban a probar suerte en otros continentes.
En la mayoría de los casos, el país de origen del migrante tenía una mayor densidad poblacional que el país huésped, así como un menor salario y más desempleo. Por tanto, la migración que tomó lugar en ese contexto sucedió, en un sentido, por osmosis, dado que el flujo de personas fue desde áreas de alta presión poblacional hacia áreas de menor ocupación demográfica.
Como resultado, muchos de los países europeos que enviaron migrantes – en su mayoría de la clase obrera - hacia otras partes del mundo en el periodo histórico en cuestión, terminaron industrializándose. Es decir, que, al privarse de una gran parte de su clase obrera, países como Suecia se vieron compelidos a transformar sus economías hacia un modelo intensivo en capital y no primordialmente en mano de obra. Esto, a su vez, se tradujo en una convergencia de los salarios y de la tasa de desempleo entre la región exportadora de mano de obra (Europa) y la región importadora de la misma (América y Australia).
Pasando la página a la actualidad en lo que respecta a la dinámica migratoria de la República Dominicana, vemos que sobre el 15% de nuestra población reside en el exterior. Al igual que los europeos que migraron desde su continente hacia el resto del mundo, los migrantes dominicanos son, en su gran mayoría, de la clase trabajadora. Por tanto, República Dominicana, a través de los últimos sesenta años, ha sido privada de una parte significativa de su mano de obra. Este fenómeno, en principio, debió haberse traducido en el desarrollo de un mayor nivel de industrialización en el país como el que experimentaron los suecos ante la gran emigración de sus nacionales hacia Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX.