Calla y emprende
- Detalles
- Publicado: Viernes, 18 Diciembre 2015 06:33
A veces hay que callar para triunfar. Eso lo aprendió Margarita, la ranita que logró volar. Se hizo mejor amiga de las golondrinas que visitaban cada año su hábitat en el lago llamado “Hogar de Renacuajos”. Margarita era feliz en presencia de sus amigas que con su trinar la inspiraban a saltar y en cada salto parecía que quería tocar la luna. Más aun, anhelaba besarla, abrazarla y para siempre conquistarla. Y era que el trinar de las golondrinas infundía en Margarita un ferviente deseo de ir más allá del lago y explorar “el otro lado”.